Nada de nada

Así es como se puede resumir lo que he hecho este viernes, nada, el vago o simplemente perrear y es que después de cuatro días seguidos saliendo de casa a las 8 de la mañana y llegando a las 11 de la noche, mi cuerpo no me respondía, así que directamente he decidido no forzar a la madre naturaleza y si mi cuerpo decía que hoy tocaba tumbarse en la hamaca de la terraza, tumbarse en el sofá con el mando a distancia y viendo el tour de Francia o simplemente sentarme en el ordenador para mirar lo que comentan mis compañeros en sus respectivos blogs, pués entonces se escucha a la madre naturaleza y mañana ya será otro día en el que ya me dedicaré a hacer algo de deporte después de haber cogido fuerzas.

Seguramente esta noche me iré un rato por el barrio de Gracia, cenaré algún kebbap a los que me estoy aficionando cada vez más y me volveré a casa a dormir y levantarme fresco como una rosa y ahora sí aprovechar el fin de semana para coger la bici.