viernes, 26 de marzo de 2010

Debut en un cross


Después de tiempo y tiempo sin apenas participar en ninguna competición, poco a poco quiero ir volviendo a realizar alguna que otra carrerita, y que mejor manera de hacerlo que con una carrera "suavecita".

Como no, OTRA VEZ, me he vuelto a dejar enredar por el cabrón del Uri y ya estamos apuntados para el Cross de Can Caralleu. Son 10,5 km por la montaña de Collserola y alrededores, donde el objetivo va a ser no echar el higadillo a las primeras de cambio.

Soy consciente que lo voy a pasar mal, muy mal, y que se me va a hacer eterno y que me cagaré en el cabronazo este, que ya me ha dicho que me acompañara, que la haremos juntos, que me esperará y que si patapim y que si patapam, pero luego es dar la salida y "hasta luego Lucas". Pero eso es lo bueno, que así tendré motivación para ir superandome poco a poco y que llegue el día que le deje yo a él.

Pero lo más importante de todo es que me vaya introduciendo otra vez en el mundillo de la competición y volver a disfrutar de las carreras, aunque para eso aún hay que bajar kilillos, que este será un tema que trataré en otra entrada.

jueves, 4 de marzo de 2010

PAPA ¡¡¡QUE FUERTE!!!!

Todavía no he encontrado las palabras, y creo que no llegue a encontrarlas, para poder describir lo que sentí cuando tuve entre mis brazos una criaturita tan pequeña, la cogí por la cabecita, la miré y dije: "Joder, es mi hija".
Así es, el pasado Martes día 23 de Febrero de 2010 nació Daniela, una niña preciosa (que voy a decir yo que soy su padre) que escogió para venir a este mundo justamente el mismo día que su madre celebraba su cumpleaños. Por lo que a partir de ahora, si el 23 F ya era un día indicado en mi vida, a partir de este año, está doblemente marcado en mi agenda (por Dios que no se me olvide jamás que sino me cortan el cuello por partida doble). Pero lo más importante de todo es que tanto la madre como la hija están fenomenalmente bien.

A partir de ahora, se perderán horas de sueño, ya no se harán tantas cosas como antes, pero no importa, porque mirando esa carita se van todos los males, todos los sueños y lo único que puedo hacer es reconocer que sigo con cara de tonto cada vez la miro.

Desde este momento empieza una nueva etapa, que seguramente será de las más bonitas que se puedan explicar y de la que cada día será una experiencia diferente y de la que estoy ansioso por descubrir. Una de las cosas que ya he descubierto es que ya me ha perdido el respeto y ya me hace gañotas.