La segunda etapa nos llevo hasta Chang Mai, una pequeña ciudad cerca de Chang Rai, lugar conocido por el denominado "Triangulo del Oro" ya que allí se unen las fronteras de tres paises distintos: Thailandia, Myanmar(antigua Birmania) y Laos.
Personalmente, fue el sitio donde más disfruté del viaje, ya que después de dos dias de visita a la ciudad y sus templos, empezamos la verdadera aventura del viaje. Con la mochila a la espalda, nos juntamos 14 personas de 5 paises distintos (junto a nosotros dos estaban 4 canadienses, 4 danesas, 2 suizos y 2 holandeses) para realizar un trekking de tres dias por la selva, recorriendo las diferentes etnias tailandesas y observando su forma de vida, pasando las noches en los propios poblados junto a su gente.
Lo primero de todo fue la parada técnica en el "mercado" para comprar las cosas básicas para pasar el día. Una vez hecha la compra y para ir abriendo boca de lo que nos podíamos encontrar un bañito en una cascada para refrescarnos ya que el día iba a ser muy caluroso.
A partir de ahí unas horitas de caminata hasta llegar al primer campamento base, una cabaña con sus 14 "colchones" en el suelo para los 14 huespedes, con unas paredes bien acabadas y unas mosquiteras seguras, seguras. Una vez instalados, paseo por el pueblo de la etnia Karen para ver su forma de vida, cena típica y fiesta nocturna.
El segundo día fue el más duro en cuanto a caminata se refiere, ya que fueron nueve horas con unas cinco horas reales de trekking. Durante esas horas tuvimos tiempo de bañarnos en el rio, comer de una "fiambra" típica(hojas de planta), casi-casi (pero casi) ir de cabeza al rio desde un puente segurísimo y observar la faurna autóctona.
El tercer día fue el más tranquilo para caminar, pero en cambio se suplió eso por las dos actividades estrella: El rafting en canoas de bambú y el paseo en elefante
Una vez acabado el trekking y de vuelta a Chang Mai, visitamos algún templo más y disfrutamos de las fiestas típicas, ya preparando la última etapa camino del país vecino: Camboya